“To hear never-heard sounds,
To see never-seen colors and shapes,
To try to understand the imperceptible
Power pervading the world;
To fly and find pure ethereal substances
That are not of matter
But of that invisible soul pervading reality.
To hear another soul and to whisper to another soul;
To be a lantern in the darkness
Or an umbrella in a stormy day;
To feel much more than know.
To be the eyes of an eagle, slope of a mountain;
To be a wave understanding the influence of the moon;
To be a tree and read the memory of the leaves;
To be an insignificant pedestrian on the streets
Of crazy cities watching, watching, and watching.
To be a smile on the face of a woman
And shine in her memory
As a moment saved without planning.”
― Dejan Stojanovic
Este es el guardián de mi otoño 2014. Una de mis temporadas favoritas. La luz cambia y el viento se hace frío y tiene una manera de pegar en la cara, que hace siempre sentirme en casa y me despierta cuando he estado demasiado absorta en mis tribulaciones. Pero en estos días, parece que el clima no quiere dejar ir el verano, aunque el aire ya comienza a estar helado y a llegar en ráfagas que apenas están tomando fuerza. Cuando las nubes lo permiten, salgo a presenciar el atardecer. En octubre los atardeceres son bellísimos y aunque el cielo ha estado tan nublado que pocas veces me ha tocado verlo, tengo la esperanza de que pronto, todas las tardes estarán llenas de naranjas y dorados y podré asomarme a la ventana y salir a la calle, mucho más veces en este mes.
Dudé mucho en crear este post. De pronto, con tantas cosas terribles que están ocurriendo (al menos en mi país, México), subir un garabato y hablar de hojas que caen me parece totalmente inútil. Pero luego pienso que tal vez de eso puede tratarse un poco, que a pesar de todo no se debe dejar de sonreír y de proteger lo que es importante y sagrado para cada uno. Utilizar como sombrilla todas esas pequeñas alegrías y detalles secretos que te hacen sentir humano y que al mismo tiempo permiten que lo que ocurre en tu mundo todavía pueda dolerte e indignarte. Es como si un lado se cruzara al otro y fueran al final, una misma cosa, como una cinta de Möbius hecha de papel.
Este guardián será pues mi defensor de las cosas sencillas, quien permita dejar(me) ir, dejar(me) estar, entre otras cosas. Y este es un primer paso, escribir este texto sin editarlo. Sin sobre-pensarlo. Sino dejarlo ser, así nomás.
Notas sueltas:
Esta rolita siempre regresa a mí en estos días. Y está en una playlist (por supuesto) que he ido armando para el otoño.
May you have a beautiful autumn, and so many smiles, like all the colors of the leaves that will lay on the ground.
Otra nota suelta:
Este orejón no solo es mío. Está aquí para quién lo necesite, para cuidar cualquier altar de cosas mínimas que sean el motor que los haga seguir.